Frases celebres de Albert Einstein

o Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas.
o Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber.
o Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
o La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
o Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro.
o Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
o Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.
o Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad.
o Los grandes espíritus siempre han encontrado una violenta oposición de parte de mentes mediocres.
o Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después, todo el amor pertenece a los pensamientos.
o Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro.
o El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.
o No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos.
o Intenta no volverte un hombre de éxito, sino volverte un hombre de valor.
o El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.
o Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.
o El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
o Cada día sabemos más y entendemos menos.
o Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.
o En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.
o El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón.